Curso Explorando el mundo en miniatura

Los niños son curiosos por naturaleza y quieren encontrarle sentido a lo que les rodea. La educación científica apoya esta curiosidad y les introduce en el pensamiento científico. Por lo tanto, el curso de verano “Explorando el mundo en miniatura” puede construir a enseñar a los niños a hacer observaciones, recopilar información y utilizar el pensamiento lógico para sacar una conclusión.

Además, la oportunidad de experimentar y trabajar en equipo puede contribuir a mejorar las habilidades de comunicación, investigación, presentación de informes y colaboración. Asimismo, este tipo de actividades permite a los niños comprender el impacto de los cambios ambientales y la actividad humana en los ecosistemas contribuyendo a desarrollar la conciencia medioambiental de los más pequeños y fomenta el amor y respeto por la naturaleza.

El curso “Explorando el mundo en miniatura” puede contribuir de la siguiente manera:

• Desarrollo del Pensamiento Científico: Introducir a los niños en el método científico a través de experimentos y actividades prácticas estimula su curiosidad y capacidad de análisis. Esto mejora su comprensión de la ciencia, y les enseña a abordar problemas de manera estructurada y lógica.

• Sensibilización Ambiental: Al introducir a los niños en la biodiversidad y los ecosistemas a nivel microscópico, se les hace conscientes de la interconexión de todos los seres vivos y la importancia de proteger nuestro entorno natural. Este entendimiento temprano puede fomentar actitudes y comportamientos responsables hacia el medio ambiente a lo largo de sus vidas.

• Aprendizaje Lúdico y Recreativo: Incorporar elementos lúdicos en el proceso educativo ayuda a que los niños asocien el aprendizaje con la diversión. Mejora la retención de la información y motiva a los niños a seguir explorando y aprendiendo por su cuenta.

• Fomento de Habilidades Sociales y Colaborativas: Las actividades grupales y los proyectos colaborativos desarrollan habilidades sociales importantes, como el trabajo en equipo, la comunicación y el respeto por las ideas de los demás. Estas habilidades son esenciales tanto en el ámbito científico como en la vida cotidiana.

• Preparación para el Futuro: Al despertar un interés temprano en la ciencia y el medio ambiente, el taller contribuye a la formación de una base sólida para futuros estudios y carreras en estas áreas. Esto es crucial para desarrollar una generación de jóvenes preparados para enfrentar y resolver los problemas ambientales del futuro.

Dirigido a 

Niños y niñas entre 6 – 12 años

• Promover en niños y niñas la cultura y el pensamiento científico, a través de experiencias educativas recreativas y lúdicas que permitan sensibilizar frente a la importancia de los microorganismos.
• Introducir a los niños en el método científico mediante la realización de experimentos simples y observaciones guiadas.
• Fomentar la curiosidad y la capacidad de formular preguntas relevantes sobre fenómenos naturales.
• Promover el respeto y cuidado por la naturaleza a través de juegos y dinámicas relacionadas con la conservación del medio ambiente.
• Desarrollar habilidades de comunicación y cooperación, promoviendo el respeto por las ideas y opiniones de los demás.
• Utilizar recursos educativos interactivos, como experimentos prácticos, manualidades, y actividades al aire libre, para mantener el interés y la participación activa de los niños.
• Desarrollar actividades que muestren la importancia de la biodiversidad y la conservación de los ecosistemas.

Carolina Rubiano Labrador, PhD.

Microbióloga Industrial y Doctora en Ciencias Biológicas con énfasis en Biotecnología Ambiental de la Pontificia Universidad Javeriana. Cuenta con cinco años de experiencia en docencia universitaria donde además ha asumido responsabilidades administrativas como Líder de Investigación, directora de Grupos de Investigación y Responsable de Semilleros de Investigación. De otra parte, cuenta con 10 años de experiencia en investigación donde su trabajo se ha enfocado en el estudio de la diversidad microbiana de ambientes extremos (manantiales termales y salinos, manglares y Antártica) y el potencial metabólico de microorganismos extremófilos para su potencial aplicación biotecnológica.

Además, cuenta con amplia experiencia en análisis de expresión de proteínas, cultivo y caracterización de microorganismos extremófilos, biología molecular y análisis de datos proteómicos y genómicos.

Actualmente, es la directora del Grupo de Investigación de Estudios Químicos y Biológicos, y lidera el proyecto “Exploración de diversidad y potencial metabólico de bacterias cultivables asociadas a manglares de Cartagena”