Por: Edwin Claros Bueno, profesor de cátedra, Escuela de Negocios UTB
En la actualidad se ha evidenciado un momento profundo de inestabilidad en las operaciones, lo cual puede ser debido a varias causas, pero la principal la atribuimos a la pandemia del COVID-19 que ha impactado de manera crítica a todas las industrias del mundo.
Principales causas de la crisis en la cadena de abastecimiento global
Al realizar un análisis de los objetivos, actores y costos de la cadena de abastecimiento podemos encontrar siete causas para destacar:
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La recuperación descompensada de las economías
En todos los países del mundo después de un nefasto 2020 se vivió una caída de las economías en un promedio del 8.0% según cifras de la CEPAL. Debido a esto, en el 2021 los gobiernos pusieron manos a la obra para poder recuperar sus economías, logrando crecimientos en promedio global del 12,8%. Esta rápida recuperación generó un proceso de reactivación de las cadenas de abastecimiento, en donde los proveedores han evidenciado problemas con el aprovisionamiento de materiales críticos para la producción, retrasando los pedidos y poniendo así mucha presión a la cadena logística.
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La escasez de contenedores marítimos
Una de las consecuencias más protagónicas es la que está sufriendo la logística del transporte internacional de mercancía a través del océano, el cual representa el 90% del movimiento global de carga. En el 2020, China fue uno de los primeros países que inició el abastecimiento de bienes críticos para todo el mundo como, por ejemplo, los elementos de bioseguridad, pero las navieras han cumplido en parte con su trabajo. Si revisamos el mercado de las navieras, este se encuentra concentrado en tres grandes grupos empresariales: 2M (Maersk & MSC), Ocean (CMA CGM, APL, Cosco Shipping & Evergreen line) y THE (Hapag-Lloyd, Yang Ming & Ocean Express Network ONE) las cuales controlan el 80% del mercado mundial de transporte de carga.
Bajo este panorama y en plena recuperación económica, las navieras se vieron enfrentadas a cumplir tiempos muy cortos en sus viajes, lo cual no está resultando y como consecuencia se ha visto comprometida la confiabilidad de los itinerarios de salida de busques.
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La falta de camioneros
Este es uno de los más importantes sectores de apoyo del transporte marítimo que en este momento está viviendo grandes problemas para seguir prestando su rol. Con la salida de los vehículos antiguos la profesión de transportista no está siendo atractiva para las nuevas generaciones y países como Estados Unidos han fomentado la inmigración de prestadores de este servicio esencial. En este punto Colombia tiene un gran reto debido a la dependencia del transporte terrestre, igualmente se han presentado grandes problemas con la implantación del SICETAC en los costos y el incumplimiento del esquema completo de vacunación por parte de los conductores y muchas empresas solicitan este documento como requerimiento de ingreso, sin contar que en 2020 el MinTransporte sacó más de la mitad de la flota de camiones por chatarrización.
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Encarecimiento de las materias primas
¿Qué pasa más con la cadena de suministro global? A nivel mundial se está viviendo un proceso inflacionario impulsado por el encarecimiento de los fletes internacionales marítimos, desde que inició la pandemia del COVID-19 el costo promedio mundial de los fletes marítimos estaba alrededor de US$ 2.000 por contenedor de 40 pies según Drewry, pero en diciembre de 2021 se registraron precios promedio mundiales de US$10.100 por el mismo contenedor de 40 pies.
Actualmente vemos una disminución, pero se sitúa en US$ 9.490. Este panorama para las empresas impulsó la subida de precios y es uno de los impulsores de inflación que vivimos, al principio de la pandemia las empresas asumieron el costo, pero después de un tiempo empezaron a trasladar el costo a sus clientes debido a que se volvieron insostenibles.
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La crisis de los semiconductores
Una de las industrias que más ha sufrido esta crisis es la de los semiconductores; todos los aparatos eléctricos que tienen estos elementos se han visto afectados en la producción por la no llegada de algunos componentes críticos; esto hace que todos los procesos de producción de celulares, televisores, tabletas, computadores y hasta automóviles vean sus procesos productivos afectados, pero el problema crece cuando la demanda aumenta y presiona adicionalmente la cadena logística para poder cumplir los requerimientos de los clientes.
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La dependencia de China
Una de las grandes lecciones que nos dejó la pandemia es la dependencia que tenemos del mercado chino. Al cerrar su país en 2020 por el COVID-19, casi todas las industrias sufrieron grandes problemas de inventarios que hasta hoy no se han recuperado. Cuando China volvió a abrir e iniciaron las solicitudes de los clientes de todo el mundo, no se pudieron completar los pedidos poniendo en crítico los inventarios, esto sumado a lo que se vive en el transporte marítimo fue la combinación perfecta para lo que llamamos la crisis de avivara.
La cereza del pastel es la política de COVID 0 en China, que, ante cualquier brote, el sitio en donde se genere debe cerrar 15 días y las grandes afectadas son las fábricas y los puertos. Bajo esta perspectiva en el mundo se está pensando en acortar la cadena de abastecimiento de global a regional haciendo necesaria la aplicación del nearshoring.
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Las superficies de almacenaje
Al generarse tantos cuellos de botella en la cadena logística internacional, se vio que la infraestructura de almacenamiento es muy frágil, en especial en los puertos en donde por no tener capacidad, los barcos hicieron fila por semanas para atracar y descargar las mercancías. En noviembre de 2021, el puerto de Long Beach se vio con 84 motonaves esperando para descargar pasando de esperar 2 días a 14 días.
Posible solución ante las fallas en la cadena de suministros
Como se puede ver, el panorama es poco alentador, pero siempre existen alternativas para poder afrontar esta situación, como bien en lo viven en la cultura japonesa: una crisis es una oportunidad, por ello lo mejor que se puede realizar desde nuestras empresas es aprovechar al máximo la conectividad y la digitalización de los procesos aduaneros y de logística y esforzarse por conseguir una visibilidad end-to-end.
Si conoces perfectamente tu cadena logística puedes tomar decisiones rápidas y mejorar el proceso; mejorar la colaboración de los socios de la cadena, siempre se deben buscar lo mejores proveedores para que entre todos se puedan sacar adelante las operaciones; diversificar tus fuentes de suministro, en especial para acortar la cadena de abastecimiento y construir más confianza en los procesos de la cadena de suministro para lograr sinergias entre todas las áreas involucradas en el proceso.
Según expertos esta crisis tiene fin, pero no prontamente, podemos esperar cambios entre el segundo semestre de 2022 y el primer semestre de 2023, así que lo mejor es repensar nuestras cadenas de suministros de forma amplia, confiable y segura.
