Boris García lleva a Cartagena tatuada en su corazón y en cada una de sus letras, originario de un barrio popular del corralito de piedra conocido como San Diego, muestra lo que es para esté el sonido Cartagenero en sus canciones que te incitan a bailar al ritmo de cartas de amor a su ciudad natal “lo que hago como artista además de como ser humano tiene que ver en ese barrio donde nací, en esa esquina que es una esquina de tres, con esas vivencias barriales de la ciudad”.
Desde temprana edad, la música ha sido la esencia de su vida y en 1999, dio vida a Vallenet, un proyecto que combinaba la música tradicional con la guitarra, rindiendo homenaje a los grandes juglares del vallenato y la música tropical. A la vez su amor por los boleros tradicionales en Cartagena y su colaboración con Álvaro Cárdenas enriquecieron su experiencia musical y le permitió valorar profundamente la carrera artística y todos los procesos relacionados con ella, entendiendo que las canciones tradicionales deben ser actualizadas para mantenerse relevantes. Fue en ese momento que comenzó su estrecha relación con la música tradicional.
“Creo en el pasado conversando de manera fluida con el presente, creo que aquello que existió puede seguir existiendo, creo que las nuevas generaciones pueden apropiarse del legado y traerlo a nuevas interpretaciones”.
Pero fue cuando dio inicio a su carrera como solista cuando comenzó su mayor inquietud “el sonido Cartagenero” García quería mostrar al mundo lo que es Cartagena, exaltarla, representarla, pero sobre todo buscar que se valore a esta tierra como lo que es, un sitio mágico llena de cultura y tradición.
El “sonido cartagenero”, como lo define este artista, es mucho más que una simple categoría musical; es un abrazo colectivo que refleja una visión plural y vinculante. “No soy un artista que pueda encasillarse en un género en específico, pero sí en un universo de la música tropical” afirma, subrayando la diversidad que caracteriza su obra. Su origen en San Diego y su pasión por la música sabanera y el vallenato, cultivada a través de su proyecto Vallenet, lo han convertido en sus palabras en un ” hijo de un gran mestizaje sonoro”.
Su propuesta artística se refleja claramente en su interpretación de “Mi tierra”, una canción que considera como el himno de la cultura popular Cartagenera.
“Así como ‘La rebelión’ de Joe Arroyo captó la gran atención del universo, ‘Mi tierra’, esa canción de Hugo es un himno sentimental de la cultura popular cartagenera”, explica.
Aunque lanzada oficialmente en 2019, la canción había sido interpretada durante años junto a Hugo, quien falleció en 2014 pero dejó una marca indeleble en el proyecto. “Él era una de las grandes banderas nuestras.”
En medio de la rica amalgama de culturas que define a Cartagena, este es un enigma oculto en las palabras de este artista. Como una adivinanza sin resolver, su música invita a descifrar qué parte del mundo abraza con sus melodías. Pero más allá de este desafío, sus reflexiones profundas revelan una verdad incómoda: la lucha constante de los cartageneros por afirmar su identidad en tiempos de crisis.
“Entonces mi tierra representa eso a mi modo de ver, cultura popular cartagenera, un verso esperanzador desde la ciudad”.
La música de Boris García no solo desafía las fronteras del tiempo y del espacio a través de sus palabras también descubrimos la lucha por afirmar una identidad en medio de la incertidumbre y la adversidad. defiende la esencia de Cartagena y su gente. A pesar de las dificultades y las crisis, vislumbra un futuro lleno de promesas, donde el amor por la ciudad y sus tradiciones sea el motor del cambio.
En última instancia, su mensaje es claro: juntos, podemos construir nuevas líneas de esperanza. Aunque el camino haya sido difícil, el amor por lo que somos y por lo que sentimos nos guiará hacia un futuro más brillante y próspero para Cartagena y sus habitantes.
